Trauma con la comida- presión social desde la niñez

Trauma con la comida: presión social desde la niñez

El trauma con la comida comienza desde muy temprana edad y la presión social tiene un rol muy decisivo en este gran problema. Descubramos su origen.

La infancia y su relación con el trauma con la comida

Parece que los niños pequeños solo comen y duermen, es la pregunta que todo el mundo hace a los nuevos padres, como si todo lo demás no tuviera importancia.

Y la tiene, a su debido momento, eso sí, porque mientras son bebés son los mismos padres quienes deben ocuparse de sus necesidades, y los bebés comen y duermen, según van creciendo ya se van relacionando más con su entorno.

Y llega un momento que ya hablan, se expresan, piden lo que quieren y lo que no, y a pesar de ello no son escuchados en la mayoría de ocasiones.

Somos los adultos quienes decidimos por ellos, sin tener en cuenta sus preferencias, o si quieren o no.

Esto es algo que ocurre el trauma con la comida en un alto porcentaje de casos, y es que con amenazas y castigos se consigue que se acaben todo lo que está en el plato, que siempre es una cantidad excesiva para la edad y circunstancias del menor.

El apetito es un proceso fisiológico, natural y no forzado, se debería comer no por horario, sino por el propio reloj interno que todos tenemos, y que es el que nos marca si tenemos hambre o no.

trauma con la comida

Responsabilidad de los padres en el trauma con la comida

Seguimos unas rutinas alimentarias porque la vida que llevamos así lo requiere, pero hay que reconocer que no siempre debería ser así.

El niño es el único que sabe lo que necesita comer, como cualquier ser vivo. Pero la presión social nos mueve, tenemos que tener niños que coman de todo, en gran cantidad, de manera ordenada y tranquila, y en cuanto no lo hacen decimos “este niño come mal”.

Lo cual influye inevitablemente en su comportamiento general y el trauma con la comida. Pero no es un problema de conducta, o si, pero de la conducta de los adultos con respecto al niño y lo que debe comer y no.

En muchas familias la hora de la comida se convierte en una dura batalla, y en ocasiones se opta por dejarlos a comer en el comedor escolar, porque si ve comer a otros lo hará el también. A veces sí y a veces no.

Si queremos que nuestros hijos tengan una buena relación con la comida (y no un trauma con la comida) lo que debemos hacer es no forzarlos y enseñarles por el contrario unos hábitos alimentarios saludables, comer en base a lo que se necesite, y no comer por comer o porque sea hora de hacerlo.

Todos los niños pasan por etapas en las cuales “queman más energía” y por eso necesitarán comer más, pero esto es algo que también ocurre en los adultos, pasamos por diferentes estados de ánimo, de estrés y nerviosismo, por etapas más relajadas, y es nuestro cuerpo quién responderá de una manera u otra, comiendo mas o menos.

¿Estamos demasiado obsesionados con la comida?

¿Relacionamos comer con tener salud?


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