Como en todos los países, el coronavirus ha modificado múltiples aspectos en la educación, desde la suspensión de clases presenciales, hasta la metamorfosis en las metodologías de enseñanza. En la situación actual, aún existen dudas de las condiciones para mantener las clases en los centros educativos.
La tercera ola
El arribo del coronavirus a España originó el cierre de algunos centros educativos y la readaptación de las clases al formato online. Esta nueva forma de educar aumentó la brecha educativa, afectando directamente y sin lugar a dudas, a la población más vulnerable.
La tercera ola del virus mantiene confinadas aproximadamente a 5.800 aulas, esto se produce porque muchos centros mantienen las clases presenciales, pero los brotes generados en el interior de estos provocaron el cierre y aislamiento de todos los miembros de la comunidad. Las autoridades insisten en que los centros son seguros, pero la preocupación de todos los afectados radica en la nula actualización de los protocolos.
Los profesores, a través del ANPE (asociación nacional de profesionales de la enseñanza), plantea la necesidad de un plan de supervisión de la ventilación, campañas PCR, entrega de mascarillas de calidad, que los miembros de la comunidad educativa sean prioridad en la vacunación nacional y que doten de personal de enfermería a cada centro educativo.
Al no contar con lineamientos claros y concretos, cada centro ha tenido que actuar a su parecer y ellos deben decidir si se cumplen o no los requisitos para confinar a algún miembro que ha sido diagnosticado con Covid-19. Además, no se ha podido analizar la eficacia de las normas aplicadas, ya que falta información real y concreta desde navidad a la fecha, por lo tanto, no se pueden diferenciar las medidas eficaces de las innecesarias.
Tantos profesores, apoderados y el alumnado, coinciden en la importancia de mantener las clases, pero con todas las medidas necesarias para evitar los brotes que han ocurrido desde el inicio de la pandemia y tomando en cuenta la implementación de protocolos sanitarios en el transporte.
Varias comunidades han pedido volver a clases online, sobre todos aquellas con mayor incidencia, como son Valencia y Andalucía. Pero si se hiciera, la brecha digital se transformaría en la piedra de tope, sumado al escaso perfeccionamiento, plataformas que no funcionan bien y currículos no adaptados para educación digital.
Propuestas de la comunidad educativa y de expertos
Diversos estudios dedicados a tomar testimonios y posibles soluciones a la problemática educativa, coinciden en varios puntos para planificar de mejor forma la educación en pandemia:
- Mejorar la educación a distancia, en caso de necesitarla. Aumentar el acceso a internet, capacitar a docentes y familias, necesidad de recursos adicionales para centros educativos que no posean esta metodología.
- El reto de las desigualdades educativas. El 30% del alumnado no ha podido acceder a educación a distancia, lo que puede generar discriminación, retraso, fracaso y abandono escolar. Para subsanar esto se debe fortalecer la educación de los más vulnerables con un periodo de refuerzo escolar.
- Afrontar los efectos emocionales y motivacionales. Para esto se debe agregar al currículo un espacio para la educación socioemocional.
- Reformular las programaciones: realizar una adecuación de los contenidos no logrados o de aquellos no estudiados y que son esenciales para el logro de objetivos fundamentales, adoptando nuevas metodologías de enseñanza. La gamificación del aprendizaje y el ABP (aprendizaje basado en proyectos) son una buena alternativa.
- Organización para implementar medidas sanitarias: el Ministerio a publicado pautas educativas e higiénico- sanitarias para el próximo curso que deben implementarse con suma responsabilidad. Se debe contar con planes de contingencia y recursos adicionales.
Analizando la situación española, podemos identificar necesidades y problemáticas muy parecidas a las de otros países de habla hispana, en donde los acuerdos entre autoridades y comunidad educativa son escasos o nulos. La falta de estos genera mayor desigualdad en la educación y desencuentros que perjudican un proceso altamente golpeado y donde los estudiantes son los más perjudicados. Sin autoridades que conozcan la realidad de cada establecimiento, se hace imposible la organización efectiva de las clases presenciales y los miembros de la comunidad educativa se encontrarán a la deriva, en un escenario que ya es complejo para todos.
Acerca de la Autora
Gabriela Briceño Garay
Titulada con honores en Educación Diferencial (Chile), con Mención en Déficit Intelectual. Dentro de sus especializaciones y experiencias destacan el ser Especialista en Trastornos del Lenguaje y Dificultades del Aprendizaje, Jefatura Técnica Pedagógica y Coordinación de Programas de Integración Escolar, además de contar con un perfeccionamiento en Diseño Universal para el Aprendizaje y en Arteterapia. Actualmente cuenta con un Diplomado (c) en Educación Inclusiva.
Fuentes utilizadas en este artículo:
http://www.educacionyfp.gob.es/destacados/covid19/calendario.html
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