Los niños también se deprimen

Los niños se relacionan desde el momento en que nacen, primero con su entorno más próximo ( padres o cuidadores) y más tarde con sus iguales. Las relaciones sociales son importantes en todas las etapas del desarrollo, llegando a ser esenciales en los primeros años de vida, pues es el medio natural donde se realizan los aprendizajes.

El niño a través de las relaciones sociales va conformando una serie de experiencias y vivencias personales, que llegaran a ser muy útiles posteriormente en cada etapa de su vida.

Pero no siempre el niño se relaciona con su grupo de iguales de manera satisfactoria, dándose una serie de trastornos afectivo-conductuales, que constituyen una necesidad de tipo educativa especial, que se manifiesta como resultado de una compleja desviación de la personalidad  que entorpece el desarrollo armónico e integral de la persona.
Se debe de tener siempre en cuenta las características del medio educativo, social y cultural, para poder hacer un análisis mas exhaustivo y poder emplear las medidas necesarias para solventar el problema antes de que vaya a mas.

Muy a tener en cuenta también es la etapa del desarrollo en la cual se encuentra el menor, puesto que lo que a una edad puede considerarse alterado, en otras puede verse normal.

Los trastornos afectivos han crecido últimamente mucho entre los niños de los países desarrollados. En principio resulta incomprensible que esto ocurra así, puesto que asociamos tener de todo con no tener ese tipo de carencias afectivas, aunque demostrado ésta que es precisamente donde más se van a desarrollar, donde todo se tiene.

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Los trastornos afectivos son aquellos en que el sujeto se siente  inseguro, e incapaz de afrontar los retos que se presentan en su vida, aunque sean para una persona normal perfectamente manejables. Los trastornos básicos son la ansiedad y la depresión, con sus modalidades y variantes. Ambos se dan con frecuencia unidos e incluso se sostiene que la ansiedad puede ser un desencadenante de la depresión. Si no queremos que los trastornos a nivel afectivo no acaben en depresión en una edad adulta se trata de ponerle remedio cuanto antes mejor.

En los menores de tres años los trastornos a este nivel suelen ser provocados por una falta de cariño de los padres hacia sus hijos, un maltrato psicológico por parte de estos, haciendo sentir a los menores que no son útiles ni necesarios; no siempre se dan en familias desestructuradas, pueden ser familias estables a nivel económico y social, que por múltiples factores no prestan la atención requerida por sus hijos, no atendiendo  sus demandas o restando importancia a tales.

Un niño con estas carencias llegará a la edad adulta siendo una  persona egocéntrica, con escasas habilidades sociales y dependientes emocionalmente. Por ello la importancia de ponerle remedio a  tiempo, de encontrar la manera de solucionar esas necesidades que el menor tiene en una determinada etapa de su desarrollo, y no pasar a la siguiente etapa sin tener resuelto todo lo de la anterior.

 

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¿Los trastornos afectivos se dan tan solo en  niños demasiados demandantes?

¿ Debemos darle la importancia que merecen o se trata de algo pasajero?

 

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3 comentarios

  1. Creo que en la actualidad, los niños son sometidos a tantas influencias poco saludables, incontrolables para los padres y con intereses comerciales por parte de muchas multinacionales, que el rol de “acompañante y orientador” de los padres ha pasado a segundo plano. Evidentemente, este aspecto es retroalimentado por esta misma influencia que también los padres sufren + ciertos estilos de vida de los mismos, que en resumidas cuentas, pueden provocar depresiones en los niños, por poseer en estos días demasiado acceso a ciertas informaciones que los confunden y un mal apoyo por parte de sus progenitores.

    1. Hola Marcel, además de agradecerte por tu comentario, queremos que sepas que ha sido muy acertado y estamos 100% de acuerdo con tu pensamiento. Lamentablemente la realidad supera a la ficción cuando vemos que para muchos el tener hijos se ha transformado en un trámite y no en una bendición, no cumpliendo el verdadero rol de padres. Esperamos tenerte nuevamente por acá y que nos brindes más seguido tu opinión. Un abrazo.

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