El certificado energético es desde ya una realidad. Un requisito obligatorio para todo propietario que quiera vender o alquilar su vivienda. Aquel que no cumpla con la normativa se arriesga a recibir una sanción que oscila entre 300 y 6.000 euros.
Si pretendes vender tu vivienda, o alquilarla por un periodo superior a los 4 meses, debes hacerte con un certificado de eficiencia energética. Así lo marca la ley desde el pasado 1 de junio de 2013. Un título que tiene un coste que varía entre 150 y 400 euros porque cada técnico especializado puede realizar su propia propuesta.
El certificado energético pretende clasificar cada vivienda según sus características de eficiencia en esta materia. Por ejemplo, cuanto menor es el coste que supone calentar o enfriar su piso, mejor es la nota obtenida. Y es que las calificaciones que recibe un local se mueven entre la letra A y la letra G según sus singularidades. Para dotar a su vivienda del certificado energético correspondiente, el propietario debe dirigirse a cualquier técnico en posesión de la titulación habilitante (arquitectos o ingenieros), y éste le ofrecerá un determinado presupuesto.
Por normal general, el precio del documento se establece entre los 150 y los 400 euros, dependiendo de las características de su piso. El número de metros cuadrados de la vivienda, el código postal en el que se encuentra inscrito, o el típo de inmueble son algunas de las particularidades que se tienen en cuenta.
Aquel propietario que trate de ralizar una transacción, ya sea venta o alquiler por un periodo superior a los 4 meses, sin disponer del correspondiente certificado energético, se puede ver envuelto en una sanción que oscila entre los 300 y los 6.000 euros según la categoría de la infracción.