Existen varios datos que nos pueden ayudar a adivinar la evolución del mercado inmobiliario en España durante este año 2017, entre ellos están:
-Se espera que la economía crezca un 2,7%
-Creación de 450.000 nuevos puestos de trabajo
-Reducción de la tasa de paro por debajo del 17%
-Mayor optimismo en los consumidores
-Tipos de interés reducidos
-Crecimiento de la economía en la zona europea alrededor del 1,6%.
Todos estos factores nos sitúan en un contexto donde el crecimiento de las ventas puede situarse alrededor del 7%, con unas ventas aproximadas de 500.000 viviendas. Debemos tener en cuenta que la construcción de vivienda nueva ha experimentado una considerable reducción en los pasados años lo cual ayuda a la absorción del exceso de inmuebles existente al comienzo de la crisis, lo cual constituía un verdadero freno a la expansión de la actividad constructora.
En relación a los riesgos que pueden afectar este crecimiento de las ventas debemos señalar factores tales como el “Brexit” o el aumento del coste de la energía. El primero de ellos puede influir negativamente en regiones donde las ventas de inmuebles han seguido creciendo a pesar de la crisis, como por ejemplo el litoral mediterráneo, mientras que una subida del coste de la energía puede lastrar el consumo de los hogares españoles.
No podemos olvidarnos de la situación política en España, donde la incertidumbre acerca de las decisiones legales que tome el ejecutivo puede afectar negativamente a la creación de empleo.
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