Los niños van al colegio a jugar, a disfrutar y a socializarse con otros niños; aprenden, pero a través del juego y las canciones, haciendo que cada cosa nueva que aprenden sea divertido para ellos. ¿El sistema educativo le da la real importancia al juego como modelo de aprendizaje?
Etapas escolares
A los 6 años todo cambia, acaba una etapa para empezar otra etapa de "mayores"; comienzan primaria, y se acabaron los aprendizajes a través de juegos, ya deben saber leer y escribir, puesto que ya tienen libros como tal, y junto a ellos tareas y exámenes.
Con seis años se les pide que sean responsables, que estén callados y sentados todo el tiempo que duran las clases... un cambio demasiado brusco en tan poco tiempo, y unas exigencias muy estrictas, para unos niños tan pequeños. Es entonces cuando muchos niños que acudían encantados al colegio empiecen a sufrir episodios de no querer ir, de llorar e inventarse mil excusas. Pierden el interés por ir al colegio, y empieza a resultarles aburrido.
Importancia del juego en el aprendizaje
Existen estudios que dicen que el juego ayuda a conectar con el centro del control del cerebro que regula las emociones, y ayuda a plantear y resolver problemas. Además les ayuda a socializarse y a interactuar con los demás de una forma positiva. Si es juego libre y sin reglas el niño debe aprende a pactar con los demás integrantes del juego, debe negociar unas reglas, debe aprender a ganar y a perder, a asumir roles diferentes, a respetar a los demás y resolver los problemas que se les planteen durante el juego, y éstas son actitudes básicas a la hora de enfrentarse a la vida y al estudio.
Y es que el paso a primaria supone tener que seguir el ritmo de los demás, porque no se respeta el ritmo de aprendizaje individual que tiene cada niño y que había en infantil, donde los niños se sentían protagonistas de sus propios aprendizajes,
Respetar la edad del niño en el sistema educativo
Otra de las cosas que no se tiene en cuenta en el sistema educativo español es respetar la edad de los niños, puesto que se rige por la edad cronológica y no evolutiva del alumno; no contemplando que un niño nacido a final de año progresa más lento, y por lo tanto peligra su autoestima. Sería tan sencillo como separar a los niños por meses y no por apellidos, esto en los casos de cursos con más de una línea evidentemente. Y si vamos mas allá podremos afirmar que estos alumnos de finales de años serán mas propensos a ser diagnosticados de necesidades educativas especiales, cuando en realidad no lo son, tan sólo son niños que necesitan algo más de tiempo para poder asumir determinados conceptos y reglas. Porque a pesar de lo que se piense forzar aprendizajes no es nada beneficioso, se estará amaestrando, pero para nada enseñando.
¿Es tan grande el paso de infantil a primaria?
¿Se debería tener más flexibilidad con los recién llegados a Primaria?
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