Dibujando emociones

A traves de los dibujos podemos conocer a nuestros hijos. Los dibujos en los niños se utilizan para interpretar su realidad, porque dibujarán aquello que sienten o lo que están viviendo en ese momento concreto. Además, genera bienestar, tranquilidad y estimula  áreas cerebrales relacionadas con la motricidad, los sentidos y la creatividad. Con lo cual resulta una técnica tan beneficiosa como apropiada. El dibujo es una herramienta con la que el niño se comunica con el mundo de los adultos, porque aún no sabe explicarse bien o porque apenas habla. La lectura de libros también ayuda, porque pueden sentirse identificados con la historia que le estamos contando, o porque a raíz de esta nos cuentan otra, parecida o quizás no, y al contárnosla nos estarán contando sus sentimientos camuflados en la historia.

Pero llegando a una determinada edad dejamos de pedirles que dibujen, porque quizás sea visto como algo más infantil, y ya sabemos el interés de querer que nuestros hijos crezcan antes de tiempo. Si no se quieren utilizar  los dibujos porque consideramos que el niño es ya mayor para hacerlo, ayudan bastante los  juegos con plastilina o el baile, de este modo los padres  o los psicólogos pueden conocer lo que inquieta a sus hijos, porque muchos se quejan de que al llegar a determinada edad no les hablan y responden a todo con monosílabos. Pero si entran en un juego de interacción, confianza y diversión con ellos, se darán cuenta de todo lo que pueden averiguar de sus hijos. Cualquier arte aumenta la capacidad de expresarse, en adultos y en niños. Y es que incluso el color que utilizan para colorear sus dibujos nos esta diciendo algo: si se sienten solos, si se ven superiores, si tiene madera de líderes….mil sentimientos que no cuentan, porque quizás les resulte más sencillo plasmarlo en papel. Y volviendo al tema de que dibujar y colorear relaja nos quedaríamos sorprendidos también si decidiéramos un buen día decirle a un adulto que dibujara algo, porque aunque nos expresemos claramente de palabra , dibujar siempre te está dando un anonimato que no te ofrecen otros medios. Da igual si se hace mejor o peor, no se quieren dibujos profesionales, sino dibujos con sentimiento.

Si un niño hace un dibujo le gustará que sea expuesto, ya sea en el colegio o en casa, disfrutarán empapelando la pared completamente con sus pequeñas  creaciones, contando una y mil veces qué está reflejado en él, se le pregunte o no, y rememorando cada historia. Incluso esos primeros trazos en forma de garabatos merecen tener una posición, porque también estarán diciéndonos algo, aunque de buenas a primeras lo veamos tan simple y tan imperfecto. Y es que los niños nunca dejarán de sorprendernos.

¿Son tan útiles los dibujos infantiles como pensamos?

¿ Se podrían utilizar otro tipo de técnicas para obtener información de ellos?

 

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