La violencia intrafamiliar siempre ha existido, pero durante la pandemia ha aumentado, aunque debemos decir que es muy difícil cuantificar dicha violencia, ya que no se realizan todas las denuncias. Según los especialistas, siempre en una crisis la violencia aumenta.
Violencia intrafamiliar durante la pandemia
Como hemos dicho, la violencia doméstica ya existía antes del Covid-19, así como lo señala ONU Mujeres: “la violencia doméstica ya era una de las violaciones a los derechos humanos más flagrantes”.
Como estadística podemos decir, según los especialistas, que en los últimos doce meses 243 millones de mujeres y niñas (entre 15 y 49 años) de todo el mundo han sufrido violencia sexual o física por parte de un compañero sentimental.
Y obviamente, durante la pandemia del Covid-19 estas cifras aumentarán, con las consecuencias bien sabidas en cuanto al bienestar fisico y emocional de las mujeres.
El aumento de la violencia doméstica en tiempos de crisis está bien documentado, pero el insuficiente número de denuncias dificulta mucho la respuesta y la recopilación de datos, ya que menos del 40% de las mujeres que sufren violencia buscan ayuda o denuncian el hecho.
Incluso, de las mujeres que sí solicitan ayuda, menos del 10% se dirige a la policía.
Lo que sí se ha podido documentar, es que los teléfonos de asistencia en algunos países han registrado un aumento de más del 30% en las llamadas, como en Singapur y Chipre.
En Australia, los trabajadores de primera línea comunicaron un 40% más de solicitudes de casos de violencia.
En Francia los casos de maltrato aumentaron un 30% desde el inicio del confinamiento.
En Argentina han aumentado un 35% las llamadas de auxilio por violencia intrafamiliar desde que se inició la cuarentena.
La violencia intrafamiliar se ha convertido en un flagelo de la sociedad, ya estamos demasiado familiarizados con este tipo de violencia y eso hace que no se actúe a tiempo o que se normalice.
En el Reino Unido los porcentajes son aún más alarmantes, ya que las llamadas, los correos electrónicos y las visitas a una página de ayuda han aumentado un 97%, un 185% y un 581% respectivamente. En las primeras tres semanas de confinamiento, 14 mujeres y 2 niños fueron asesinados en el país.
Lamentablemente, las medidas de confinamiento sanitario por el Covid-19, han sido un caldo de cultivo para la violencia intrafamiliar.
El tema de la violencia intrafamiliar es tan delicado y grave, que el Covid-19 además de agravar el miedo, la ansiedad, el estrés financiero o el consumo de alcohol, ha puesto a prueba la capacidad de los sistemas sanitarios y sociales para comunicarse con las víctimas y apoyarlas.
La necesidad ha hecho que muchos países en respuesta a este problema, estén poniendo en práctica medidas innovadoras para ofrecer la mayor seguridad.
Un ejemplo de esto es la asistencia de Psicólogos vía internet, por medio de las diferentes plataformas existentes. Es una medida muy bien acogida por las personas que han necesitado esta ayuda.
En algunos países de Europa han implementado un plan de protección contra el maltrato, que presta ayuda en las farmacias y supermercados, únicos lugares seguros donde pedir ayuda.
Este plan consiste en que las víctimas de violencia deben pedir una “mascarilla-19”, con esto le indican al personal de la tienda que están siendo víctimas de maltrato intrafamiliar y se activa de inmediato el plan de protección. Además, estos establecimientos son los únicos que siempre están abiertos, por lo tanto, las víctimas pueden acudir a solicitar ayuda.
“El estrés del confinamiento está generando un aumento de casos de violencia doméstica en todo el mundo“, según Naciones Unidas, quién a través de su iniciativa Spotlight, para eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas, está trabajando con sus socios para mejorar el apoyo a las afectadas.
Antes, durante y después del Covid-19, todas las víctimas de violencia intrafamiliar necesitan ayuda y protección.
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Es una pena ver cómo el confinamiento agravó estos problemas en todo el mundo. Siempre pensamos que en España somos menos civilizados en ese aspecto pero veo que no, que es en todo el mundo. Yo por suerte ya hace unos años que me divorcié, pero mi ex (narcisista) aprovechó las visitas a los niños para sembrar algo de caos, cosa que le encanta. Lo peor fue cuando mis hijos (de 6 y 9 años) me explicaron que en casa de él desayunaban, comían y cenaban solos viendo la tele mientras su padre estaba en otra habitación, y que la mayoría del tiempo estaban jugando en una habitación y él en otra, incluso con la puerta cerrada. Doble confinamiento… Por ahora todo ha vuelto a la normalidad, al haber ya colegio, pero ha sido duro. Esperemos que no nos vuelvan a confinar. Saludos.
Muy interesante su comentario, gracias por leernos. Esperamos que no siga el confinamiento, pero sí las demás medidas sanitarias.