Adicción y prevención

Adicción y prevención

La adolescencia es el período elegido por la mayoría de personas para probar las drogas. Esta es una época convulsa, llena de cambios, de experimentos y de reafirmación de uno mismo. Al probar las drogas, se corre el riesgo de desarrollar una adicción. Como reza el dicho: “evita la ocasión y evitarás el peligro”. Nuestros jóvenes conviven irremediablemente con ellas, la gran mayoría sabe cómo y dónde conseguirlas. Por el momento, lo único que se puede hacer es utilizar la información que se conoce sobre ellas para advertir de sus peligros, los inmediatos y los futuros.

Pero no sólo nuestros jóvenes están dentro de este grupo de riesgo que puede consumir drogas. Un adulto que pase por un mal período (pérdida de trabajo, un divorcio,…) puede también comenzar con el consumo de drogas de cualquier tipo. Cualquier persona que consuma drogas puede pasar de un consumo esporádico a una adicción, entendiéndose esta ultima como una enfermedad, puesto que las drogas modifican el cerebro. Son muchas las motivaciones que llevan a un adolescente a consumir drogas, desde la presión de sus iguales hasta llegar a experimentar una sensación placentera durante unos minutos. Ambas son igual de peligrosas puesto que no se verá el peligro de manera inmediata, sino que, al resultar su consumo tan placentero, llevará a quien las consume a seguir haciéndolo.

Existen estudios que hablan de unos factores genéticos que influyen no en el consumo de drogas, sino en la creación de una adicción hacia las mismas. Importantes son también los factores ambientales, el ambiente familiar, el colegio o el entorno cercano. En general, vivimos en una sociedad permisiva con las drogas, a nadie le parece mal que un adolescente tome una copa de vino en una comida familiar, es más se les anima a ello. Por droga entendemos cualquier sustancia que, al entrar en el organismo, cause cualquier modificación en este. Es por ello que tanto alcohol como tabaco entran dentro de esta clasificación de drogas, aunque legales y aceptadas socialmente por todos.

Hace no muchos años, las drogas no estaban al alcance de todos por su elevado precio, pero hoy su consumo es asumible por cualquier persona, al menos en nuestro país. En determinados países  pobres (como algunos de América Latina), hay gente y, en particular, niños que viven en la calle, que aspiran pegamentos y solventes para olvidarse del hambre. Esto es muy adictivo y causa problemas graves de salud tales como problemas de la vista, dificultades para pensar y para recordar, comportamiento violento, pérdida del juicio y del control del cuerpo, pérdida de peso severa e, incluso, problemas del corazón y muerte repentina.

 

El poder detectar a tiempo una posible adicción a las drogas aumenta las posibilidades de éxito y acorta el proceso de desintoxicación, es por esto por lo que el papel de la educación es fundamental a este respecto. Desde los colegios ya existen programas de prevención, pero la asignatura pendiente sigue siendo las familias. Debería existir más colaboración entre ambos, más información a los padres para que ellos fueran los que hicieran una detección precoz en sus hijos. Las pupilas excesivamente dilatadas o contraídas; el enrojecimiento, hinchazón o irritación de los ojos; la rigidez muscular o los movimientos espasmódicos son señales fisiológicas que pueden anunciar el consumo de alguna sustancia adictiva. No todos los padres saben detectar a tiempo todos estos síntomas.

El abuso de las drogas no es tan sólo peligroso por la adicción que crea, se debe tener también en cuenta que pueden acarrear enfermedades tales como la hepatitis, el cáncer, arritmias, VIH/SIDA,… Pero las adicciones se curan. Es muy alta la tasa de recaídas, lo cual entra dentro de lo previsible, pero no se trata de un fracaso. El tratamiento de enfermedades crónicas implica cambiar comportamientos profundamente arraigados, es por ello que la recaída no significa que el tratamiento haya fracasado. Para una persona que se recupera de la adicción, recaer en el consumo de drogas es un aviso para probar otro tratamiento.

La gran mayoría de tratamientos conlleva el uso de medicamentos para paliar, sobre todo, los efectos secundarios que pueden desencadenarse a raíz de no consumir esas sustancias que han llevado a esa adicción. Al uso de los medicamentos debe unirse una buena terapia familiar, motivadora y estimulante, para poder superar el problema y la enfermedad. De cualquier modo, la mejor manera de no caer en la adicción es la prevención.

 

*Aucal Business School oferta en Máster en Trabajo Social, en colaboración con la universidad Antonio de Nebrija. Unos estudios que proporcionan al alumno la preparación necesaria para desarrollar su labor profesional en el campo de la prestación de servicios a la comunidad, a colectivos despendientes o a ONG’s. El curso tiene una carga lectiva de 12 ECTS y se imparte en modalidad online.

 

¿ Debería existir en la educación formal alguna asignatura relacionada con las drogas y su prevención?

¿ Debemos pensar en las drogas como una amenaza a largo plazo?

 

Más información:

Las drogas, el cerebro y el comportamiento: La ciencia de la adicción

¿Cómo prevenir la drogadicción en adolescentes?

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