La realidad de la brecha salarial

A día de hoy, en pleno siglo XXI, la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue existiendo, añadiendo que las mujeres están más limitadas a la hora de optar a puestos de responsabilidad, y el tema conciliación vida familiar y laboral tampoco ayuda mucho. Una mujer necesita demostrar más su valía, como justificando que está en un alto puesto por algo, siendo la justificación tan sencilla como que está preparada para ello y sabe desempañar el trabajo que requiere el puesto.

No se trata de una cuestión de género, sino de querer cambiar las cosas, y por lo que se ve no estamos por la labor de hacerlo.  Hemos avanzado mucho en este terreno, puesto que hasta no hace muchos años las mujeres no estudiaban en la Universidad, y si lo hacían era las denominadas carreras de mujeres: enfermería, magisterio y poco más. Igual ocurría en el caso contrario, es decir, eran pocos los hombres que estudiaban esas carreras, puesto que eran “profesiones de mujeres”. Ya cada vez más en las carreras universitarias hay un mismo número de hombres que mujeres, salvo quizás algunas excepciones en carreras más técnicas o con unas determinadas características. Las mujeres estudian y están igual de preparadas que los hombres y pueden optar  a los mismos puestos, y al final lo hace, pero cobrando algo menos, algo que incluso la ley ampara y permite.

Es la mujer quien paraliza su vida laboral para formar una familia, puesto que el embarazo y el parto es algo que tiene que pasar la mujer, y aunque luego regrese a su puesto de trabajo está claro que en la mayoría de familias es más el “sacrificio” de la mujer que el del hombre; reducciones de jornadas y excesos por cuidados de hijos son las medidas que se suelen adoptar.  Las empresas se suelen amparar en este patrón o esta reducción de horas de trabajo para poder justificar esa bajada salarial y ese cambio en las condiciones de trabajo.  Es por ello que siempre se ha dicho que a la mujer no se le pone nada fácil, puesto que parece que se le está dando a escoger entre tener vida personal o tener vida laboral, sin poder dar opción a crear un punto intermedio.

En un país cada vez más envejecido, donde existen muchas más defunciones que nacimientos algo así no debería ocurrir. Hemos avanzado en el tiempo, pero no en condiciones. Creemos que vivimos en un mundo muy moderno y muy tecnológico, pero se han descuidado cuestiones tan básicas como los derechos fundamentales.

¿Es necesario hacer algo ante las desigualdades de género que existen en el ámbito educativo?

¿Qué tendría que cambiar para que existiera una igualdad?

MÁS INFORMACIÓN:

Islandia se convierte en el primer país que prohíbe la brecha salarial: https://www.sopitas.com/731519-islandia-prohibe-brecha-salarial/
La brecha salarial, mucho más que una cuestión de sueldos: https://cadenaser.com/emisora/2017/02/23/radio_palencia/1487837784_944031.html

 

 

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